Por fin la asociación le da un sentido a la breve existencia de Valentín: ayudar a otras parejas con desamparo
moral a primer agradecimiento de unos padres aliviados por no sentirse solos en tal experiencia free nuestra
primera victoria. Para mi, los más importante es el aspecto humano y relacional porque se necesita para
vivir mejor lo cotidiano.
La muerte perinatal de Valentín, mis 12 abortos naturales, los embarazos difíciles, mis hijos «afectados
sanos» así como mi marido, mi diploma universitario «de acompañamiento a las personas afectadas por
una anomalía genética y de sus familiares», todo esto me da la fuerza de ayudar a los demás,
de escucharlos y comprenderlos.
Para terminar, mis victorias son un verdadero mensaje de esperanza para todos.
Nuestra vida tan tranquila y perfecta cambió totalmente el 24 de abril de 1992 con el nacimiento de Valentina,
nuestra tercera hija. Nos enteramos de lo que eran una trisomía parcial, una translocación equilibrada,
y experimentamos el dolor de ya no ser una familia «como los demás».
Nos dimos cuenta de que el cuerpo médico no sabe siempre contestar nuestras preguntas y que el entorno familiar
no sabe como reaccionar.
Afortunadamente, los contactos con otras familias nos motivan y nos alivian. Ya no nos sentimos solos con
nuestras angustias y dudas. Nuestro mensaje más bonito de esperanza es nuestra hija Clemence que dentro
de poco cumplirá dos años.
Yo tengo una translocación recíproca entre los cromosomas 3 y 4...
No conocía todos estos términos hasta la muerte de mi hijo Valentín. El retraso en su crecimiento nos llevo
al examen del cariotipo, desequilibrado y revelo que yo era afectado y mi madre también.
¿ Como reaccionar ? Tengo 30 años me parezco a muchos otros hombres, sin embargo, tengo cromosomas modificados.
¿ Es que soy normal ? Claro que sí, pero para tener hijos, necesitaremos un control médico y más apoyo.
¿ Es que soy diferente ? No, en absoluto no porque tengo una translocación sino porque ya conozco el valor
de un embarazo y la suerte de tener un hijo.